dudas

Iniciar un proceso es apostar por tu bienestar emocional, tener un tiempo para ti, para cuidarte y para mimarte. Donde explorar tu mundo interior.

Y así poder conocerte, mejorar tu gestión emocional y sentirte en coherencia contigo mism@.

Dependiendo de lo que la persona necesita y quiera trabajar. Cada persona y cada momento, merecen y necesitan tiempos diferentes.

Lo recomendable, al principio de iniciar un proceso, es una vez por semana durante un mes para que no se pierda el ritmo en el trabajo que se realiza en las sesiones. Después se valorará ,dependiendo de cada caso, si seguiremos semanalmente o se debe espaciar de manera quincenal.
Llegado el momento se espaciarían a una vez al mes siendo sesiones de revisión.

La primera sesión durará 90 minutos y las siguientes 60 minutos aproximadamente.

Actualmente sí, trato de adaptar todos los recursos y materiales para ello.

Sí, entre sesión y sesión dentro del proceso se facilita el sostén a través de una llamada telefónica o WhatsApp por si necesitases resolver alguna duda sobre lo trabajado, compartir información sobre citas y horarios, recursos e incluso un espacio de escucha ante situaciones de crisis o desasosiego que se puedan dar.
También utilizaremos WhatsApp y el correo electrónico para facilitar recursos (tareas para casa, lecturas, podcast, películas) que se valoran recomendables en relación a la evolución del proceso.

Siempre y cuando sea con una antelación mínima de 24 horas. El día anterior de la sesión, no se podrá anular ni por tanto realizar la devolución del dinero.

El Coaching Ontológico es una metodología que ayuda a las personas a reflexionar y tomar conciencia sobre qué interpretación están haciendo de su vida. El objetivo: identificar su rango de acción o posibilidades de acción (y mejora) sobre ella. La clave radica en tener la capacidad de cambiar este punto de observación o punto de vista para ganar una nueva perspectiva sobre el propio ser y cómo influye en el entorno. El fin último del Coaching Ontológico es el de ofrecer los recursos necesarios a la persona para que esta decida quién quiere ser y dónde quiere llegar, para así identificar su propia definición de la felicidad.

En Gestalt se entiende que “el todo es más que la suma de las partes”. Todo existe y adquiere un significado al interior de un contexto específico; nada existe por sí solo, aislado.
En cuanto al foco de la terapia, esta se centra en darle importancia a lo que sucede en la actualidad y no a los momentos del pasado. El acompañamiento va encaminado a que la persona se de cuenta de cómo impacta y es impactada por su entorno, haciéndola consciente de su manera de dar respuesta a lo que le sucede y ayudándola a ver otras formas diferentes, pudiéndose así situar de una manera coherente.
Por ello este tipo de terapia humanista se basa en dos modos de trabajo:

  •  Aumentar la consciencia de uno/a mismo/a para hacerle responsable de sus pensamientos, actos y conductas.
  •  Cerrar situaciones del pasado que a día de hoy todavía repercuten en su bienestar.

Todo ello permitiendo a la persona conocerse mejor y recuperar la creatividad perdida, devolviéndole la capacidad de elegir la forma de afrontar la vida.

Se trata de un espacio seguro en donde eres libre de decir todo aquello que piensas sin ser ni sentirte juzgado. Confidencial y donde al principio puedes sentirte “extraño” por compartir tus emociones, pensamientos con alguien que no conoces, pero desde la cercanía y el respeto te vas sintiendo acogido, acompañado y atendido, escuchándote y tomando acción.

  • Porque en el momento que adquirimos el compromiso, mi objetivo es que tú alcances el tuyo
  • Porque tú me escoges a mí y yo también a ti
  • Porque creo en ti , por esto quiero acompañarte.
  • Porque te ofrezco un espacio seguro, de compromiso contigo, de coherencia, dedicación y confianza.
  • Por la experiencia.
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